El aniversario de su muerte

El aniversario de su muerte

Por: Vilma Marroquín de Rodríguez

La fecha de su muerte es un día que cambio mi vida para siempre. No, no es un día de celebración ni de festejar; no es un cumpleaños ni el aniversario de mi boda. Es el día que mi amado hijo, Alex,  partió a un viaje sin retorno.

La mayoria de veces los días antes del aniversario son más difíciles que el día específico. Vienen recuerdos, momentos, vivencias y es una lucha interna el querer sustituir esos pensamientos por otros.

Y entonces viene a mi corazón la Palabra de Dios. Esa Palabra que es viva y eficaz y que dice: «y sobre todas las cosas cuida tu mente, porque ella es la fuente de la vida». Prov. 4:23 Traducción al Lenguaje Actual.

Nadie lo puede hacer por mi. Yo soy la que debo cuidar mi mente. Y por obediencia a Dios; empiezo a darle gracias. Gracias por los 23 años que nos prestó a Alex. Aunque a veces pienso que fueron muy pocos, fueron los perfectos, porque El es quien da y quita la vida.

Lo extraño? Claro!!! Mucho, muchísimo; pero decido pensar en buenos momentos que disfrutamos y no en la forma o el día en que se fue. Dios ha sido bueno. Nos ha sostenido y ve la película completa de nuestra historia. También tiene un plan perfecto. El no improvisa. Todas las piezas del rompecabezas de la vida de cada uno deben ubicarse perfectamente.

Con honestidad examino mis pensamientos y al ver que pasan los años y cada vez el día de su muerte está más lejano; pudiera ser que me entre temor de olvidar o no recordar algún detalle de nuestra relación y esto me asusta.

Luego mi corazón se llena de paz al saber que «el amor permanece para siempre» y que no debo preocuparme porque la promesa de Jesus es: » en la casa de mi Padre hay lugar para todos» y que en el día que Dios lo decida, nos reuniremos nuevamente.

Mientras llega ese día, se donde y con quién está mi hijo.

Gracias Jesus, porque Tu eres el camino, la verdad y la vida; y mi confianza y esperanza están en Ti.