Para ti que me amas

Carta de una persona en duelo para sus familiares y amigos en Navidad

Llegó diciembre y con el la navidad. Esta vez será diferente. Tengo que confesarte que tengo mucho temor de enfrentar estas fechas que vienen ahora que alguien a quien amaba tanto ha partido a un viaje sin retorno. No te imaginas cuánto me duele y cuánto le extrañaré.

Mientras la mayoría de personas hacen planes, tienen reuniones y compran regalos; mi corazón llora cuando vienen tantos recuerdos a mi mente y al solo imaginar su ausencia, no sé si podré enfrentarlo solo.

No pretendo que entiendas mi dolor, pero sí quiero decirte que te necesito. Necesito tu amor, tu apoyo, y quiero pedirte que por favor no me abandones.

Es un tiempo en el que necesito llorar y hablar. Por favor no te incomodes con mi dolor. Simplemente escúchame en amor. Puede que haga muchas preguntas y de antemano sé que no tendrán respuesta, solo necesito verbalizar todo lo que pasa en mi confundida mente.

Es lindo escucharte mencionar el nombre de quien amo y ya no está. Traer a nuestra conversación recuerdos vividos sería un regalo a mi vida. El hablar y hablar de lo sucedido y de lo vivido, son herramientas muy valiosas a mi corazón. Esta persona es parte de mi vida y me gusta oír que alguien más le recuerda.

No te esfuerces por querer “componer mi dolor” o “arreglarme la vida”. No podrás, esto requiere tiempo, paciencia y lágrimas; mucho más de lo que tú crees. No te alejes. Tu compañía es muy valiosa.

Te pido que no te molestes conmigo si de pronto tengo reacciones de enojo, tristeza o frustración. Estoy en duelo y mis emociones se pueden parecer a un mar, éste está en calma pero de pronto sin ningún motivo en particular, viene un tremendo huracán que arrasa con todo mi ser. Sencillamente no tengo el control de mis emociones y afloran cuando menos lo imagino.

Agradezco todas las ideas y consejos que me das para pasar estas fiestas de fin de año. Sin embargo, no te molestes si decido hacer algo diferente a lo que tú crees que es lo mejor. Son momentos en que debo proteger mi corazón y hay actividades que aumentarían el dolor que siento.

Perdóname si a veces no acepto tus invitaciones. Y por favor, no me presiones a hacer lo que no puedo. No es por ti, es por mí.

Sé que me amas, que te duele por lo que estoy pasando y de verdad no tengo palabras para agradecerte lo que haces por mí. La verdad, pensé que muchos estarían a mí alrededor para acompañarme y no ha sido así. No me amargo, sé que me quieren pero no saben cómo demostrármelo.

Dios te ha usado para asumir el reto de caminar a mi lado y soy bendecido al tenerte. Eres especial, muchas gracias!


Publicado

en

por

Etiquetas: